Si no huelo no degusto.

La mayoría pensamos en la lengua cuando se habla del sentido del gusto. ¡Pero no podríamos sentirle el gusto a nada sin la ayuda de la nariz! y es que olfato y gusto son inseparables, porque el olor de los alimentos nos permite saborearlos mejor.

Recogiendo olores del Huertín bajo la atenta mirada de una lagartija.

El jardín nos ha ayudado a ampliar nuestra gama de olores.

Por ello hemos dedicado nuestras sesiones del Jardín animado al olfato. Olor a hierba, a curry, a mimosa, a lavanda, a tierra mojada, a lechuga, a menta, a romero y a cacao, entre otros. Y es que nuestro olfato es algo único.

Comecocos de olores que nos vuelven locos.

Elige un color y tendrá que adivinar un OLOR.

Os proponemos un experimento que os ayudará a averiguar lo importante que es la nariz para el gusto: prueba tu comida favorita y luego enjuágate la boca. Tápate la nariz (pinzándola con los dedos o poniéndote una pinza como las que se emplean para nadar) y prueba la misma comida. ¿Notas la diferencia? Sin el olfato, la comida no será tan sabrosa la segunda vez. La próxima vez que tengas que tomar una medicina que odies, intenta taparte la nariz -¡seguro que no sabrá tan mal!