La semana pasada nuestros pupitres de 4º de primaria se convirtieron en mesas de laboratorio. Mientras en nuestros oídos sonaban las olas del Cantábrico, "nuestro mar", el aula se llenaba de olor a sal y a yodo. Preparar los materiales para su observación y vencer el "repelús" de su tacto fueron grandes retos, ¡SUPERADOS!
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Como verdaderos científicos descubrimos el reino "protista".
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Nos sorprendió descubrir la
cantidad de clases de algas que hay, incluso en agua dulce y hasta en nuestro jardín. Las hay de muy diversos colores: rojas, pardas, verdes... Son fundamentales para el funcionamiento de los ecosistemas porque son las encargadas de convertir la energía procedente del Sol en materia orgánica utilizable por otros seres vivos.
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| La lechuga o el espagueti de mar son muy curiosas, aunque la más impresionante es la laminaria. |
Descubrimos cómo funcionan las corrientes en el Cantábrico y cómo el cambio climático afecta a sus bosques de algas. El aumento de la temperatura del agua, la desaparición de nutrientes... preocupan a la clase científica que nos alerta de una posible DESERTIZACIÓN.
Al igual que pasaría en un bosque tierra adentro, los
árboles dan cobijo a otras plantas entre las que se refugian y alimentan
distintas especies de alevines de peces, crustáceos, moluscos o ejemplares de
aprovechamiento pesquero como las nécoras o los erizos de mar.
Las algas de “nuestro mar” pueden ser duras,
blandas, fangosas o incluso deliciosas.¿Sabíais que existen unas 500 especies?
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| Las algas están presentes en muchos de los alimentos elaborados como en helados o en bizcochos. Fotografías: Elena Ferrer |
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